Como todos sabemos el bostezo es
una acción involuntaria que consiste en abrir de par en par la boca,
inhalando el aire; a veces
le acompaña al bostezo una pequeña
lágrima, ya que se ejerce cierta presión en las glándulas lacrimales.
Una vez que comenzamos el bostezo, no podemos pararlo, ni
dejarlo a medias.
El tiempo medio del bostezo es de unos 5 segundos y durante
el mismo, el ritmo cardíaco aumenta
casi un 30 %.
En determinados entornos es de mala educación el bostezar sin taparnos la boca.
La causa del bostezo no
está del todo determinada, es un poco misterioso, pero una de las teorías más acertadas es que bostezamos debido a que nuestro
cuerpo reacciona ante el cansancio, aburrimiento o fatiga y al
disminuir en ese momento el ritmo de la respiración, se provoca una acumulación de bióxido de carbono que debemos eliminar. ¿Cómo?
bostezando.
De hecho, cuando bostezamos, nos espabila un poco ante ese cansancio o aburrimiento en
el que nos encontramos.
La acción de bostezar es común entre los animales vertebrados: los mamíferos y animales
como la tortuga, peces, cocodrilos o aves también bostezan. Lo podemos ver si
tenemos mascotas en casa, como los perros o los gatos, los más habituales.
Algo muy curioso relacionado
con el bostezo es que
cuando una persona bosteza, "contagia"
a quienes estén cerca suyo, muchas veces pasa verdad? Hasta el 55% de
la gente que te vea bostezando, lo hará en menos de 5 minutos... increíble,
verdad?
No está muy claro por qué sucede esto: unos dicen que es la sugestión, y otros aceptan la teoría de que es una forma de
sincronizar los cansancios del grupo en cuestión, para que todos se dieran
cuenta que era hora de descansar, de comer o levantarse.
Citando al investigador estadounidense (profesor de psicología y
neurociencia de Universidad de Maryland)
Robert
Provine, "la respuesta
del bostezo es que se consigue aunar el comportamiento de la gente en grupos.
Uno bosteza, los otros lo ven y copian lo que hace, esto hace que se una el
estado de comportamiento y fisiológico de ese grupo".